HISTORIA:
Carme y Alex tan solo eran niños cuando su historia de amor comenzó a fraguarse. El tiempo fue pasando, y su relación se hizo cada vez más fuerte hasta que un 28 de febrero, muchos años después, él le pidió matrimonio.
El día de la boda, Angels, la hermana de Carme, les quiso regalar una canción que contara su preciosa historia de amor, un recuerdo que ni su hermana gemela ni su cuñado seguramente olviden nunca.
¿A quién te gustaría regalar una canción?
INSTRUMENTACIÓN: voz, segundas voces, sintetizador y piano.
TIEMPO DE ENTREGA: Descarga inmediata
Catorce años desde aquel mes de octubre, un veintiocho, una historia de cuento, dos corazones se tendieron la mano y como dos niños, juntos fueron creciendo.
Él era todo lo que ella admiraba, hizo especial cada momento a su lado. Ella tan buena y lista y tan generosa, le dio su vida por tiempo ilimitado.
Como si de un puzle se tratara fueron hechos uno para el otro: más que amigos, más que amantes, más que un fiel apoyo… Carme y Alex, el destino lucha por vosotros…
Y por vuestro amor, que es tan fuerte, tan calmado y tan eterno, que no hay día en que no crezca, como fuego aviva el viento, que es tan puro, tan sincero y grande como el universo y
nada me hace más feliz que mirar a mi otro yo, a mi alma gemela, escribiendo su destino junto a alguien que la entienda, que traduzca sus miradas, que la adore y la comprenda.
Y un veintiocho, esta vez en febrero, él pronunció aquella esperada pregunta: en su mirada apareció una promesa y al fin sus almas, hoy se unieron en una.
Sé que su unión podrá con cualquier problema, no habrá tempestad que logre interponerse, viajes y risas llevan en sus maletas, desde este día, este doce de septiembre.
Como si de un puzle se tratara fueron hechos uno para el otro: más que amigos, más que amantes, más que un fiel apoyo… Carme y Alex, el destino lucha por vosotros…
y por vuestro amor, que es tan fuerte, tan calmado y tan eterno, que no hay día en que no crezca, como fuego aviva el viento, que es tan puro, tan sincero, grande como el universo y
nada me hace más feliz que mirar a mi otro yo, a mi alma gemela, escribiendo su destino junto a alguien que la entienda, que traduzca sus miradas, que la adore y que la quiera hasta morir.
Catorce años desde aquel mes de octubre, un veintiocho, una historia de cuento, dos corazones que hoy se tienden la mano, dos corazones y un mismo sueño.